Desde el sábado al mediodía, nuestro Club se transformó en mucho más que un espacio deportivo: se convirtió en un refugio, un punto de encuentro y, sobre todo, en un abrazo comunitario para las familias afectadas por las recientes inundaciones.
Comenzamos recibiendo a las personas que debieron dejar sus hogares por el avance del agua. A medida que la situación fue mejorando y el nivel comenzó a bajar, muchas familias regresaron a limpiar sus casas, pero decidieron seguir comiendo algo caliente, ducharse y dormir en el club hasta que las condiciones sean más seguras. Para ellas, el Boat Club se volvió una base de operaciones y contención: cada familia tiene su lugar armado, con la tranquilidad de saber que pueden irse y volver sin perder su espacio ni sus pertenencias.
Gracias a la solidaridad enorme de la comunidad, de los deportistas y amigos del club, estamos recibiendo donaciones de manera constante. Hoy, quienes salieron a limpiar sus hogares, lo hicieron con productos de limpieza, higiene personal, alimentos no perecederos y viandas calientes para el almuerzo.
La organización de las comidas es un esfuerzo colectivo: algunas se preparan en la cocina del club y otras llegan desde los hogares de familiares y padres de los deportistas, que cocinan y acercan las ollas listas para ser repartidas.
Además, contamos con el valiosísimo trabajo voluntario de veterinarios que se acercaron para atender a las mascotas. Muchos perritos regresan a sus hogares vacunados, desparasitados y en óptimas condiciones sanitarias. También entregamos alimento para los animales, reafirmando nuestro compromiso de que ninguna familia tenga que separarse de sus compañeros de cuatro patas.
La situación sigue siendo delicada, pero lo que más abunda en el Boat Club es el compromiso, la empatía y la fuerza de una comunidad que no deja a nadie solo.
Y si hiciera falta una imagen que resuma todo lo vivido, la tenemos. La foto que acompaña esta nota nos fue entregada por una señora mayor, en silla de ruedas, como forma de agradecimiento por la atención recibida. En ese gesto silencioso, cabe todo el amor, el reconocimiento y la dignidad que se respira entre estas paredes.
C.B.C Mayo 2025